Small inner landscapes

7 al 25 de noviembre

Se dice que “el momento” es lo que diferencia la fotografía del resto de artes visuales, el “instante decisivo” del que hablaba Cartier-Bresson. Este medio tiene la capacidad única de atrapar el tiempo, suspenderlo, puede que incluso detenerlo. Sin embargo, la fotografía artística no se trata de un instante oportunista, no se trata de captar un instante al azar durante el segundo que se tarda en presionar el disparador. Todo lo contrario.

Cada imagen es producto de una previa y minuciosa observación de la escena, la composición es el resultado de un estudio preciso del espacio. El artista distribuye las formas y equilibra las perspectivas, con un ligero desplazamiento de la cabeza o flexión de rodillas, para dirigir la mirada del espectador hacia el objeto deseado. Y después,  “espera a que suceda algo” para atrapar aquel preciso instante que convierte una escena corriente en arte. De aquí el valor de la fotografía artística y la diferenciación en relación com otros estilos fotográficos.

Guillermo De Angelis comparte en “Small inner landscapes” un conjunto de imágenes, organizadas en diferentes series, todas ellas desnudas de ornamentos y artificios. Con un marcado código estético, sus imágenes representan paisajes líricos y dibujan una obra profundamente íntima y creativa. Sus pequeños paisajes interiores responden a fragmentos de una realidad subjetiva. La contemplación de su obra inspira silencio, sin embargo es un silencio nada perturbador, todo lo contrario, un silencio apacible, de recogimiento.

Ambientes en blanco y negro donde la ausencia de seres da lugar a un espacio de libertad: el espectador es libre para detenerse en la escena y dialogar con ella,  o bien perderse en su propia ensoñación.

La composición de sus imágenes, cuadradas y equilibradas, suelen estar protagonizadas por un elemento central sin que este consiga, a pesar de su destacada posición, hacer sombra al resto de elementos de la fotografía. Así mismo, un horizonte latente protagoniza muchas de sus obras. A veces, un horizonte alto que nos invita a viajar lejos. Otras, un horizonte muy próximo que nos hace entrar de pleno en la escena. Casi nunca un horizonte en el medio. Siempre, sin embargo, un horizonte significativo.

Merecen atención los nombres con los que Guillermo De Angelis titula cada una de sus obras así como la presentación de cada una de las series. Es entonces cuando apreciamos que el artista no deja motivos al azar. Y bajo la apariencia de una fotografía poética donde el espectador pueda interpretar y sentir libremente, se esconde el trabajo minucioso de un fotógrafo que busca incesantemente la belleza.

Cristina Requena

Directora Galería Artemisia, Art & Tendències

 

 

«Luego de pasar por la arquitectura, la filosofía y el diseño me zambullí en la fotografía. Con ese entusiasmo que lo precipita a uno hacia delante, o mejor, hacia dentro. Aspirando a  descubrir dentro de mí, más que fuera, lo que intento mostrar. Elijo tomar imágenes no preparadas. Intento llegar a la expresión mediante la economía de recursos. Detenerme en los detalles que me llegan esenciales. Insinuar nítidamente, presentar sin describir.”

Guillermo De Angelis

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